(Por Guillermo López) Tomás Allende y Marcos Lozada forman parte de la tercera generación de la institución que fundara en 1938 Guillermo Allende. Ambos son directores del sanatorio que en sus dos sedes -Nueva Córdoba y Cerro- atiende a 100.000 personas al mes y está en pleno proceso de inversiones edilicias y tecnológicas para expandirse y competirle mano a mano a los grandes centros de Buenos Aires. Detalles del presente y futuro de una de las 40 empresas más relevantes de nuestra provincia, a continuación.
En un sistema sanitario complicado, la empresa mantiene su misión de brindar medicina de alta complejidad y calidad que brinda en sus dos edificios. «Con las nuevas ampliaciones en el Cerro pasamos de 50 a 100 camas y en breve llegaremos a las 170, un 50% más de las que tenemos actualmente. En Nueva Córdoba, en tanto, pasaremos 200 a 250 en el 2018», cuenta Tomás Allende a InfoNegocios.
Solo en infraestructura, «el Allende«, como le decimos los cordobeses, se está ampliando en 7.000m2. A unos US$ 1.500 el metro son más de US$ 10 millones en obras que empezarán a inaugurarse antes de fin de año. A esto puesto en “ladrillos”, hay que sumar montos también millonarios en tecnología.
«La visión del sanatorio es la misma que tuvo mi abuelo hace 80 años, mi viejo hace 40 y nosotros actualmente; lo que ha cambiado es el ámbito del impacto, que ahora es regional», comenta Allende. Y agrega: «hace 15 años todo el NOA con dolencias graves se iba a Buenos Aires y nosotros hemos logrado hacer un hub médico en Córdoba».
Y Marcos Lozada, complementa: «estamos compitiendo mucho con Buenos Aires en lo que hace a la cuestión regional. Queremos ser un referente a nivel país”.
El sanatorio atiende hoy a unas 100.000 personas por mes y sus directivos explican que el core de la empresa seguirá siendo la salud. «Comprendemos que se generan otros negocios o subrubros pero no vamos a dispersarnos en ellos; en lo que nos especializamos tenemos mucho para crecer», dice Lozada. «Y además el recurso más escaso es la gestión», acota Allende.
«Buscamos generar nuestro propio equipo de líderes» (Germán Oliver – Gerente de RR.HH.)
El sanatorio tiene su propia prepaga. «Entre MET y Sipssa ya tenemos 80.000 afiliados aproximadamente», un número que muestra una caída del 5% en las cápitas tras el recesivo 2016 difícil, «pero que se está recuperando», manifiestan.
Concentración, una tendencia mundial
La medicina, en el mundo, muestra dos sesgos inevitables: la hiperespecialización y la actualización tecnológica. «Cuando empezamos, en Nueva Córdoba había 15 servicios y hoy son 60 y más de 160 si se tiene en cuenta las subespecialidades. Por entonces, la tecnología más pesada era un aparato de Rayos X y hoy tenés angiógrafos, tomógrafos, aparatos de resonancia magnética, camillas especiales, torres de video», explica Lozada. Un dato grafica esta cuestión: el Allende ya tiene a 6 ingenieros empleados en el mantenimiento de los equipos.
«Es un negocio muy capital intensivo y no todos corren esa carrera. Y si no te actualizaste rápidamente quedás atrás porque al no tener tencología el recurso humano tampoco trabaja conforme», opina Allende.
En ese contexto, el foco en la formación y capacitación es clave. La institución tiene a unos 200 profesionales médicos en residencias y felows que realizan posgrados de entre 4 y 6 años años. «El año pasado se recibieron 55 y es un número que va en aumento», explican.
(Dixit)
Clase empresaria
Marcos Lozada: «No hablaría de empresarios sino de los que tienen iniciativa para crear algo, esa acción la valoro enormemente. Noto que hay muchos empresarios a los que les ha ido muy bien porque hicieron buenos acuerdos con el Estado, y eso no le hace bien a los empresarios. Me encantaría que haya cada vez más empresarios, pero en el sentido de clase con iniciativa, porque allí está la base de la riqueza de las naciones. El país debe premiar y no castigar al que hace las cosas bien»
Tomás Allende: «Hay un prejuicio. Es común que la visión del empresario no sea la del que arriesga, sino que por el contrario queda la imagen de los que se forraron, los que se llenaron de plata. Dentro del grupo empresarial hay de todo. No obstante, creo que cada vez hay más (empresarios) que entienden que no sirve salvarse solos, que no sirve que les vaya bien solo a la empresa sino que son actores sociales fundamentales para el crecimiento y el desarrollo del conjunto».
Fuente: InfoNegocios